Las llantas son el contacto directo entre tu vehículo y la superficie de manejo. Asegúrate de revisar periódicamente su presión. Te recomendamos hacerlo en la mañana, cuando la temperatura ambiental es más baja. Toma en cuenta que si revisas la presión después de haber manejado tu coche, está será mayor. Por ejemplo, si la presión en la mañana fue de 32 lbs., después de manejar podría aumentar a 40 lbs. Asegúrate de medir las cuatro llantas y no olvides de revisar las refacciones cada 60 días o cuando salgas a la carretera. 

 

Existen muchos factores que contribuyen al desgaste de tus llantas, es por eso que el mantenimiento y cambio es tan necesario.

1. Presión - La falta de presión en los neumáticos provoca un mayor gasto de combustible.

2. Sobrepeso - Evita cargas innecesarias en tu vehículo, ya que pueden llegar a dañar tus llantas y amortiguadores.

3. Forma de conducir - Influye de manera directa en el estado de tus neumáticos.

4. Alineación - Alineamos los ejes entre si, para que el desgaste del neumático sea el mismo tanto en el interior como el exterior de la goma.

5. Válvulas - Es recomendable cambiarlas al mismo tiempo que los neumáticos. Estas soportan mucha presión por lo que se gastan con el uso del vehículo.